¿A quién de nosotras no le gustaría tener una piel impecable, luminosa y radiante? Creo que si nos hicieran esta pregunta responderíamos todas a la vez, ¿verdad? Pues bien, contrariamente a lo que puedas pensar, lograrlo puede resultar más fácil de lo que parece.
Además de seguir unos cuidados mínimos como es limpiar, tonificar e hidratar diariamente la piel, existe otro elemento importantísimo al que, normalmente, no prestamos todas la atención que merece como es la alimentación. Ten por seguro que seguir una dieta sana y saludable, no sólo beneficiará tu salud, sino también a tu piel. Pero, ¿quieres saber qué alimentos van a van a favorecer que tu piel luzca espléndida? Pues aquí van unos pequeños consejitos.
Lo primero que debes de hacer es beber mucha agua y zumos diariamente para evitar que el cuerpo acumule toxinas.
Los frutos secos, germen de trigo y aceites vegetales aportan vitamina E (importante antioxidante que protege la piel de las agresiones externas). Eso sí, procura consumirlos en cantidades moderadas para evitar un exceso calórico.
Aumenta el consumo de frutas, verduras, hortalizas y cereales integrales porque son una inestimable fuente de antioxidantes y fibra (muy útil para evitar el estreñimiento). A ello hay que añadir su riqueza en vitaminas, que contribuyen a mantener la salud e hidratación de la piel.
Las zanahorias, espinacas y pimientos son ricos en vitamina A que ayudan al buen estado general de la piel. Hay algunos alimentos como el apio y la lechuga contienen sustancias que protegen la piel en caso de soriasis y mejoran la respuesta de la piel a la luz del sol.
Estos son solo unos cuidados básicos y mínimos, recuerda también realizar un baño de vapor quincenalmente con alguna hierba especifica a tu piel.
