Las flores blancas del espino albar son muy apreciadas en los herbolarios occidentales para el cuidado del corazón ya que aumenta el flujo sanguíneo de las arterias dilatándolas y relajándolas por lo que previene el riesgo de coágulos, a parte de mejorar el ritmo cardíaco.
Gracias a sus propiedades se indica en casos de insuficiencia cardíaca para prevenir la angina de pecho y frente a la hipertensión; al aumentar el riego al cerebro es muy útil para los ancianos con pérdida de memoria.
No en vano, su elevada acción cardiotónica es la base de muchos medicamentos para tratar los trastornos circulatorios, y en países como Alemania, los médicos especialistas en cardiología, lo prescriben como tratamiento preventivo al menor síntoma de insuficiencia cardíaca.
Su presentación la podemos encontrar de varias formas: Infusión, de cocción, tintura, jarabes y extractos secos y fluidos.
1 comentario:
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