El shitake es una preciosa seta que crece sobre materia en descomposición, sobre todo madera de roble, de haya o encina y la que agradece las zonas montañosas, cálidas y húmedas para desarrollarse.
Luce un sombrero de color beige y marrón y se puede alcanzar los 25 cm de diámetro. Su contenido es alto en vitaminas B (B2, B3,B5,B6 y B9), de cobre, hierro, fósforo y magnesio de ahí que refuerza el sistema inmunitario y actualmente se pueden encontrar en el mercado en cápsulas, en fresco y en seco (esta última es una buena opción para tener en la despensa para usarla en guisos o sopas).
Continúan las investigaciones para saber algún efecto terapéutico mas pero se sabe que el extracto de shitake fortalece el sistema inmunitario, es un recurso frente a problemas cardiovasculares, de hipertensión y colesterol. Fortalece el organismo, protege el hígado de daños que puedan ser causados por sustancias químicas y frena el envejecimiento.
El shitake no se come crudo y si lo pruebas así verás que cuando se usa en la cocina nos ofrece un toque de sabor exquisito. A la hora de comprarlos eligelos pequeños con un sombrero de tono regular o manchas claras, nunca con magulladuras o colores extraños. Duran de 4 a 6 días.
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