En verano nos exponemos al sol más que en cualquier época del año y al agua salada del mar y aunque nuestra piel también se daña y hay que cuidarla con productos especiales el que más nota esta época del año es nuestro pelo.
El agua del mar daña la carga estática tanto como las propiedades elásticas del cabello, disminuyendo su facilidad de peinado y volviéndolo frágil y quebradizo. En cuanto al sol, los rayos ultravioletas producen un efecto que altera seriamente las propiedades elásticas del pelo, que se manifiesta en un proceso parecido al de una decoloración química suave. Por eso, tanto antes como después de un baño de sol o en el mar, hay que protegerlo y tomar medidas adecuadas.
Actualmente la mayoría de marcas del mercado ya tienen productos específicos tanto en sprays como en cremas o mascarillas.
Para las personas con moldeados, tintes o mechas se han creado unos sprays que hay que echar siempre antes de meterse en el mar o de tomar el sol ya que ambas cosas deterioran el color del pelo y por lo tanto afectaría al brillo y al color de nuestro cabello por eso estos sprays van muy bien como prevención.
También hay unas cremas que tú te las pones en el pelo y te protegen durante todo el tiempo que estés al sol. Se ponen como una crema para la piel pero en nuestro cabello. De toda maneras y aún usando todos estos métodos para prevenir, en verano es bueno que uses una mascarilla cada cierto tiempo para nutrir el pelo.
También te recomiendo que siempre que vayas a la playa y salgas del mar te enjuagues en las duchas con agua fría ya que la arena y lo salado del agua que queda en el pelo tiende a resecarlo más de la cuenta causando a la larga esas puntas secas y abiertas.
Como último consejo te dejo un remedio que usaba mi abuela que no va nada mal:
Si quieres restaurar el cabello en verano puedes colocar sobre él una máscara de germen de trigo, mezclarlo con agua hasta obtener una pasta, una vez que se haya secado, lavar el cabello con un champú suave.
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