El aceite de almendras dulces es rico en vitaminas y se ha utilizado en productos de cosmética desde hace muchisimos años ya que sus ácidos grasos son beneficiosos para el cuidado de la piel y el cabello y es muy adecuado en las pieles de los bebes. Los masajistas por ejemplo lo emplean pues su ligereza y viscosidad les permiten deslizar las manos con mas facilidad ayudando así a relajar.
Según la manera de obtener el aceite de almendra hace variar su precio aunque es un producto fácil y a la vez muy económico; el VIRGEN se extrae de la primera presión en frío de la almendra, su color es amarillo dorado y tiene un aroma suave. El REFINADO presenta una tonalidad mas clara.
Pueden aplicarse tanto uno como otro directamente sobre la piel o el cabello o mezclados como por ejemplo en algunos cosméticos que ya vienen preparados que lo contienen.
Gracias a su alto contenido en vitaminas A y E ayudan a luchar contra el envejecimiento ya que mejora el aspecto de la piel y atenúa las arrugas, además aporta suavidad ya que estimula la producción de colágeno. Pero sus propiedades no acaban aquí ya que se recomienda su uso durante el embarazo ya que previene la aparición de estrías. Además usarlo asiduamente en el cabello consigue proporcionar brillo y suavidad a los cabellos secos y quebradizos, es tan fácil como mezclar dos cucharadas soperas de aceite de almendras, dos de aceite de germen de trigo y una cucharadita de aceite de sésamo. Se echa por todo el cabello (cerca del cuero cabelludo no darle demasiado), se masajea el resto del pelo y dejarlo actuar durante unos 25 minutos. Pasado este tiempo lavar como siempre o con algún champú de almendras (opcional).
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