Las arrugas son una consecuencia del proceso de envejecimiento. Con la edad, las células de la piel se dividen más lentamente, y la capa interior, llamada la dermis, comienza a hacerse más fina. La red de elastina (la proteína que causa que la piel se puede estrechar) y las fibras de colágeno (las proteínas estructurales más importantes de la piel), que mantienen la capa exterior, se aflojan y desenmarañan causando depresiones en la superficie. Con el envejecimiento, la piel también pierde su elasticidad, es menos capaz de mantener la humedad, las glándulas que secretan aceite son menos eficientes y la piel se cura más lentamente. Todos estos factores contribuyen al desarrollo de las arrugas. Aunque el factor mas determinante para la aparición de las arrugas es el envejecimiento existen otros factores que también colaboran:
* La exposición al sol, ya que este es el peor enemigo de la piel.
* La exposición a ciertos contaminantes como el humo del tabaco, o la utilización de productos de higiene no adecuados para nuestro tipo de piel puede provocar un aspecto más deteriorado que el que sería normal a nuestra edad.
* Y por supuesto una mala alimentación o un exceso de alcohol y de tabaco como ya hemos comentado anteriormente.
* El estrés también se consideraría una de las principales causas, ya que por ejemplo la imposibilidad de dormir que provoca el estrés hace que la piel no se relaje y no se regenere.
Hay numerosos tratamientos que no necesitan receta médica para las arrugas. Quitar capas de piel para reducir las arrugas o depresiones irregulares es una forma eficiente de recuperar una apariencia más suave y más joven de tu piel. La dermoabrasión (raspado de las capas) y las exfoliaciones químicas (disolver la piel) son dos de los métodos tradicionales que se usan para remodelar tu piel. La remodelación facial con láser tipo erbium o láser de tipo dióxido de carbono, los procedimientos de láser no ablativos, las sustancias de relleno y las inyecciones de Botox son las últimas técnicas desarrolladas para reparar el envejecimiento de la piel y las arrugas.
Si estas considerando los diferentes tratamientos para tu arrugas, pregunta a tu médico que procedimiento es el más adecuado para ti. No hay ningún sustituto para el consejo profesional de tu médico. Cada persona tiene sus propias necesidades individuales; de igual manera, cada procedimiento satisface unas necesidades en específico.
Si estás expuesta a los riesgos que provocan arrugas, un remedio casero y muy natural que puede ayudarte es la vitamina C. La puedes encontrar en la fruta (naranjas, mandarinas, limones, fresas y melones) y en verduras (berzas, pimientos, patatas, perejil, nabos o espinacas. La aparición de arrugas puede ser una evidencia de deshidratación en la piel. El agua puede actuar en tu favor, así como las cremas hidratantes. Aunque parezca mentira, el propio maquillaje puede afectarnos, sobre todo, en zonas donde la piel no produce tanto sudor o grasa natural como los párpados. Es ahí de donde nacen las llamadas « patas de gallo ». En esos casos, puede ser recomendable aplicar una fina base de aceite hidratante mejor que la crema que utilizas para el resto de la cara.
La juventud se pierde con el paso de los años, pero con unos pequeños cuidados podrás lucir un rostro fresco y terso durante mucho más tiempo.
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